No existe una regla definida; sin embargo, aunque en verano se tenga el cuidado de regar periódicamente para mantener un nivel adecuado de humedad, la mejor época para trasplantar es a inicios de invierno. La explicación es que en verano la intensidad del sol es mayor y en invierno, al ser los rayos del sol menos fuertes, la planta tiene más probabilidades de crecer fuerte y sana ya que mantienen la humedad necesaria del suelo donde son sembradas.

No olvidar preparar muy bien el terreno en un área limpia y utilizar tierra y fertilizantes adecuados.

Si necesita asesoría sobre cada uno de estos pasos, no dude en comunicarse a Gardens.